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Estamos más que acostumbrados a tener muchos elementos en nuestro día a día que, sin darnos cuenta, nos hacen la vida más cómoda. ¿Nunca te has preguntado de dónde provienen o cuánto tiempo llevan entre nosotros?
Los semáforos son un elemento cotidiano que simplemente nos ayudan a cruzar la calle o a circular con tranquilidad y seguridad por la carretera. Como cualquier otro mecanismo tecnológico, tiene una curiosa historia detrás de su invención y un significado más que razonable.
Los semáforos en rojo, “culpa” de los trenes
La población comenzó a tener dificultades con la regulación del tráfico en las ciudades europeas a finales del siglo XIX cuando el medio de transporte principal comenzó a ser el automóvil.
El ingeniero John Peake Knight, facilitó un diseño basado en los sistemas de señales para las redes de trenes e instaló el primer “semáforo” frente al Parlamento británico de Westminster en 1868. Un oficial de policía debía de estar permanentemente abriendo y cerrando el paso utilizando los brazos, por su diseño manual. Incorporaba señales sonoras y contenía lámparas de gas con luces rojas y verdes que se usaban exclusivamente por la noche. Unos meses más tarde, por cuestiones de seguridad poco avanzadas, se produjo una explosión que hirió con gravedad a su controlador.
Pese a este incidente, se continuaron realizando mejoras y en el año 1914 se instaló en Estados Unidos la primera señalización moderna con luces rojas y verdes que eran accionadas mediante electricidad. Garret Augustus Morgan, inventor del denominado “modelo T” que incorporaba un zumbador, como su antepasado, pero esta vez era usado para señalar el cambio de color del disco. Unos años más tarde, debido a las molestias que provocaba el pitido, se sustituyó por una tercera luz de color amarillo o ámbar.
Curiosidades sobe los semáforos:
El código de colores de los semáforos no fue escogido al azar, sino que copiaba el del sistema ferroviario.
El primer semáforo de 3 luces que se instaló en Detroit en 1920 sigue en funcionamiento hoy en día.
Semáforos para peatones. En la década de los cincuenta, con masificación de los coches, se hizo necesaria la regularización de la marcha de los peatones y coches de manera conjunta.
Gracias al lanzamiento del Ford T, que permitió acceder el coche a millones de personas y se notó la necesidad de un semáforo automático.
Primer semáforo de España
La regularización del tráfico mediante guardias en Madrid llegó a ser insostenible por el transito tan elevado de vehículos. En 1926 se instaló el primer semáforo de España en el cruce entre las calles de Alcalá y Gran Vía.
Funcionaba de forma manual y solo estaba pensado para los vehículos, no para peatones. La presentación del semáforo reunió a una gran cantidad de curiosos que no dudaron en aprovechar la ocasión, fue todo un acontecimiento.
¿Qué hubiera ocurrido si en ese momento hubieran existido las redes sociales?
