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Golpe de calor dentro del coche

Para que un niño sufra un golpe de calor dentro de un coche son suficientes 10 minutos y tan solo 25ºC en el exterior.
¿Qué puede ocurrir si dejamos a nuestro hijo en el interior del vehículo durante este verano? Aunque sólo sean 10 minutos las consecuencias pueden ser muy graves. Y es que permanecer ese tiempo dentro de un vehículo a una temperatura exterior cercana a los 25 grados puede ocasionar un golpe de calor, una circunstancia que se manifiesta con mareos, vómitos, dolor de cabeza y taquicardia. Fundación MAPFRE y la Asociación Española de la Pediatría han elaborado un informe abordando esta problemática y ofreciendo una serie de recomendaciones.

Un día soleado con una temperatura de poco más de 20 grados en el exterior puede incrementar la temperatura de los coches hasta superar ampliamente los 40 grados en su interior, poniendo en riesgo la vida de los niños, aunque «solo haya sido un instante”

Para evitar golpes de calor, recuerda

Los padres tendemos a pensar que este tipo de desgracias les suceden a otros, pero lo cierto es que nos pueden suceder a cualquiera”. Debemos tener en cuenta que “bajar un poco las ventanillas apenas reduce la temperatura en el interior, donde se pueden alcanzar con facilidad los 50 o 60 grados’. De hecho, “ciertos revestimientos o elementos interiores pueden alcanzar temperaturas superiores a los 80 grados, suficientes para producir una quemadura por contacto”.

Según las estadísticas, los golpes de calor acaban todos los años con la vida de muchas personas. Por este motivo, si observamos a niños y personas mayores, que son los dos colectivos más vulnerables, en el interior de un vehículo, con riesgo de sufrir un golpe de calor, lo primero que hay que hacer es avisar a los servicios de emergencia, es decir al 112. En caso de ser necesario, también se recomienda abrir el automóvil, pero haciéndolo siempre de forma segura, por ejemplo rompiendo el cristal de una ventanilla que esté lo más alejada posible del menor.

Los principales síntomas de los golpes de calor son el la fiebre o incremento de la temperatura corporal por encima de los 40 grados, así como la debilidad, mareos, vómitos, dolor de cabeza intenso y taquicardia. Además, a diferencia de la insolación, la piel está seca y muy caliente”.

Así es cómo varía un vehículo expuesto a la luz solar:

¿CÓMO REACCIONAR ANTE UN GOLPE DE CALOR?
Si el niño está consciente, hay que tumbar al niño boca arriba en un lugar fresco, aflojarle la ropa, colocarle compresas frías y ofrecerle agua. Tan pronto como se recupere es importante trasladarle a un centro sanitario para que lo examine un médico.

Si por el contrario está inconsciente, se debe avisar inmediatamente al 061 o al 112 y, si no respira, iniciar maniobras de reanimación cardiopulmonar pediátrica básica.

Es importante evitar sumergirlo directamente en agua helada, ya que la disminución súbita de la temperatura corporal podría ser perjudicial. Tampoco se aconsejan realizar friegas con alcohol, pues el alcohol podría absorberse a través de la piel del niño y provocar una intoxicación etílica.

Debemos tener en cuenta que aunque la víctima se recupere, es importante trasladarla a un centro sanitario para que se le practique una valoración médica.

Las prisas, la cabeza en otro sitio… muchos son los factores que pueden influir a la hora de olvidarse a un niño en el coche y las consecuencias pueden ser fatídicas.

 

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