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Alergias al conducir

Congestión nasal, mocos, picor de ojos y nariz, ojos enrojecidos; son los sintomas más habituales de las alergias. Ademas, al tomar medicamentos (antihistamínicos)  para tratarla pueden aparecer efectos muy negativos para conducir como la somnolencia.

Las alergias afectan hasta a un tercio de la población de los países occidentales y muchos de los antihistamínicos tomados para tratarlas provocan somnolencia, muy peligrosa para la conducción. La Dirección General de Tráfico ha lanzado una serie de consejos para aquellas personas que sufran alergia y vayan a conducir, así como una relación de los medicamentos que provocan somnolencia y que son peligrosos si vamos a ponernos al volante.

¿Que es la alergia?
La alergia es una respuesta exagerada (reacción de hipersensibilidad) del sistema inmunitario que identifica como nocivas determinadas sustancias inocuas –por ejemplo, polen de algunas plantas o ácaros del polvo– habitualmente toleradas por la mayoría de las personas.

La rinitis y el asma, son las alergias  más comunes, provocan estornudos, secreción nasal acuosa, picor de nariz y congestión nasal y suele coexistir con la conjuntivitis, que cursa con enrojecimiento, lagrimeo y picor ocular. Estas alergias afectan a la conducción segura ya que, por ejemplo, una serie de estornudos nos hace retirar la atención de la conducción hasta 20 o 30 segundos. Por otro lado, los medicamentos que tomamos para tratar las alergias producen somnolencia. El 40% de los pacientes que padecen rinitis alérgica padecen somnolencia diurna, con las consecuencias negativas que esto implica sobre la conducción.

¿Cómo afecta a la conducción?

Las enfermedades alérgicas tienen dos formas de afectar a la conducción. Por un lado sus síntomas (congestión nasal, lagrimeo, estornudos en cadena…) pueden dificultar la conducción segura (una serie de estornudos puede hacer retirar la atención de la conducción hasta 20-30 segundos). Además, más de la mitad de alérgicos tienen el sueño alterado –en especial los que padecen obstrucción nasal–. De hecho, el 40% de los pacientes que padecen rinitis alérgica padecen somnolencia diurna, con las consecuencias negativas que esto implica sobre la conducción.

La segunda forma es los efectos secundarios que los fármacos utilizados para tratarlas. Muchos de estos provocan cierta somnolencia –en especial al comienzo del tratamiento o si se ingiere alcohol, que incrementa los efectos adversos–. Por ello es imprescindible decir al médico que somos conductores cuando nos prescribe el tratamiento para tratar de buscar alguno compatible con la conducción segura y consultar el prospecto del medicamento, donde un pictograma –amén de un aviso escrito– indican que no se debe conducir mientras se ingiere dicho producto.

En este sentido es muy grave la automedicación: no solo podemos tomar un producto no indicado para la alergia que padecemos, sino que no somos conscientes de los efectos que este tiene sobre nuestro organismo y la conducción segura

¿Catarro o alergia?

La sintomatología alérgica es muy similar a la producida por infecciones virales como catarros. Para saber si lo que se padece es alergia, fíjese en que, en general, los catarros no producen conjuntivitis y pueden presentar fiebre y tos con expectoración, mientras que con alergia casi siempre hay conjuntivitis (ojos rojos y picor ocular), no hay fiebre, la tos es seca y suele ir acompañado de disnea (fatiga) por las noches.
Si se padecen los síntomas principalmente durante los días soleados, si mejora los días de lluvia y empeora los de viento, seguramente padece una alergia.

Y ante la menor duda, deberemos consultar con nuestro médico de cabecera!!!

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